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Nuevos talleres formativos en la Casa de la Infancia: una alternativa de ocio para los menores de Ciudad Bolívar

Fundación Balms para la Infancia

Fecha 28/02/2025

El año 2025 empezó con ilusión en la Casa Cultural de San Joaquín del Vaticano. La Casa, que se ha convertido en un espacio seguro de convivencia y socialización para los menores y sus familias, acoge semanalmente diversos talleres formativos. Estos talleres se presentan como una alternativa de ocio saludable y responsable para los menores y jóvenes de uno de los barrios más vulnerables de la capital colombiana.

Los talleres formativos que desarrollamos en la Casa de la Infancia son un apoyo fundamental en el desarrollo integral de los menores de Ciudad Bolívar. Las problemáticas que enfrentan ellos y sus familias son múltiples e interconectadas. La pobreza, la desnutrición crónica debida a causas económicas y malos hábitos alimentarios, unidas a una pobre cobertura en sanidad y educación se reproducen en un clima de violencia estructural. La intención de estos talleres es dotarlos de herramientas para fortalecer su capacidad de resiliencia, de resolución de conflictos, de desarrollo humano y de hábitos saludables de nutrición que les permitan enfrentar su situación de vulnerabilidad. El objetivo último es que puedan convertirse en agentes multiplicadores de cambio positivo en su comunidad y contribuir así a detener la espiral de violencia y pobreza.

El pasado mes de enero arrancamos nuestros talleres de danza, pensados para ayudar a los menores a desarrollar la capacidad de expresarse y comunicarse a través del ritmo y el movimiento corporal. La filosofía que nutre esta propuesta es la de entender la danza como un medio de expresión que no solo permite que los niños, niñas y jóvenes tengan un mayor acercamiento a la diversidad cultural, sino que también genera beneficios sociales y permite trabajar las emociones a través del movimiento. Por un lado, permite potenciar habilidades físicas como la destreza, la flexibilidad, la fuerza, la resistencia corporal, la coordinación y el equilibrio. Desde el aspecto mental se trabaja la memoria, la concentración, la imaginación y la relajación. Supone además grandes beneficios a nivel emocional (ya que estimula la creatividad y la gestión de las emociones) y social, al fomentar la capacidad de observación activa, el contacto visual, la escucha y la expresión corporal.

En el taller de huerto urbano y refuerzo escolar se ofreció una introducción teórica a la biotecnología antes de proceder al cultivo de semillas de maíz y soja, con el objetivo de hacer ver a los estudiantes las aplicaciones prácticas de la biotecnología en la agricultura. Además, en el apartado de refuerzo escolar se realizó una actividad encaminada a desarrollar habilidades artísticas y creativas, fomentar la expresión y comunicación y reforzar conceptos académicos mediante el dibujo. El taller se completó con la propuesta didáctica "Conectando mundos", que se dirigió a fomentar la integración y el conocimiento mutuo entre estudiantes de diferentes orígenes y culturas, además de la adquisición de habilidades de comunicación, trabajo en equipo y resolución de conflictos en un ambiente de respeto e inclusión.

En enero realizamos también un taller de refuerzo escolar para proporcionar acompañamiento, orientación y apoyo a estudiantes de 6 a 15 años en sus procesos de aprendizaje. El objetivo con este tipo de talleres no es sólo mejorar su rendimiento escolar a través de la adquisición de hábitos de organización y constancia en el estudio. Se trata también de que cada estudiante se apropie de su propio proceso de forma creativa, autónoma y participativa.

Por último, llevamos a cabo un taller de manualidades para menores de entre 5 y 12 años con el objetivo de contribuir a su formación integral desde la creación artística. Desde la puesta en marcha de estos espacios, las manualidades se han revelado como un medio óptimo para explorar su creatividad y expresar sus emociones.

La Casa de la Infancia se ha convertido en un centro comunitario de referencia en el barrio San Joaquín del Vaticano, Ciudad Bolívar. Desde 2018 trabajamos con la Corporación Cultural Tejiendo Valores en el desarrollo de las actividades y mantenimiento de la casa, en la que se presta una atención integral a los menores a través de una intervención en diversas áreas para garantizar su educación, alimentación, seguridad y desarrollo.